62.- "Corazones vivos" por Athenea
Juntos,
asidos de la mano y sentados sobre la blanca arena, sus ojos contemplaban el ir
y venir de las olas, que los tenía embelesados, amenizado por el agradable
soniquete que los mecía en su regazo y que los mantenía inmóviles como estatuas
de piedra.
Elena y
Gonzalo sólo tenían 13 años y el brillo de sus miradas, lo decía todo. La playa
de Lebu era testigo por millonésima vez de las palabras mágicas.
Se
conocían de siempre, pero no se conocían en absoluto. Ya llevaban un rato allí, el sol iba
desapareciendo en el horizonte y la luna rechoncha y plena, sonreía y se reflejaba
en sus rostros.
Me gusta la forma de expresión y su capacidad de transportarme con las definiciones de el entorno en tan pocas palabras....
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