viernes, 26 de enero de 2018

035.- AMIGOS

¿Trajiste la pelota? ¿Por qué no viniste ayer? Ya pues Pablo, respóndeme ¿Acaso estás enojado? El niño se sentó a mirar a su amigo que le ignoraba por completo, se entretenía deshojando unas flores secas que estaban regadas en la orilla, no entendía su indiferencia, y él con tantas ganas que lo esperaba a diario. Pablo se sentó al lado del niño, tenía veinte años, puso en el florero viejo las flores. Los recuerdos volvían a su memoria, esa tarde, él le advirtió que no cruzara a calle a buscar la pelota, más su amigo no alcanzó a escuchar. Iba a verlo casi todos los días, angustiado contemplaba la lápida con el nombre de su mejor amigo y una foto de los dos en el último partido del barrio. Lloró mientras se alejaba en los pasillos del cementerio, el niño aún lo espera, quizás mañana Pablo si se anima y juegan.  
Daniela Paz

1 comentario:

  1. Tantas historias que guardan los cementerios, en especial el de Lebu

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