—Si
pues comadre si la vecina cuenta que el fina’o andaba raro después de que llegó
del cementerio tarde, le dijo que cuando estaba dejando las flores donde su
mamacita tuvo una visión y que desde ahora y para siempre estaban divorciados y
que hasta ¡aquí no más llegaba la cosa! La vecina no sabía qué hacer, así que
lo fue a buscar y lo encontró así como Dios lo trajo al mundo en la cueva del
Benavente. El vecino le dijo que ahora ya podía partir pal otro lao porque
había hecho el amor con una divinidá de la mar. La vecina le dijo que no le iba
a aguantar esas cochinas y que ¡no sea huevón que se entrara no más que ya iba
a ver cuando llegara! El vecino nunca llegó, dicen que lo encontraron acostado
en la arena con pura cara de placer —que en paz descanse el sinvergüenza.
Catalina A.
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