miércoles, 31 de enero de 2018

043.- PIEDRAS PRECIOSAS

El vacío que comienza a posarse en tus ojos me recuerda a una de mis historias, y créeme cuando te digo, que tengo millones guardadas en mi bolsa, tantas como granos de arena reposan en la playa. Soy un coleccionista. Colecciono momentos, instantes felices y amargos que deberían permanecer intactos para la eternidad. El tiempo es mi gran enemigo, imparable y tan seguro como la mismísima muerta. Se lleva todo. Amores, miedos, sueños, palabras…toda una vida reducida a solo un suspiro al final de los días. El olvido es la injustica más grande imperante en el mundo. Por esa razón, aquí me tienes hoy, en Lebu, en este cuarto color acre en donde reposas en vuelta en sábanas blancas, pequeña de ojos vacuos y piel traslucida. Atesoraré este momento. Y cuando finalmente, nadie quede que te recuerde en la faz de la tierra. Confía en que yo lo haré. Perla sagrada oculta en mi bolsa.
Beyond The Matrix

martes, 30 de enero de 2018

042.- EL PESCADOR y EL FARO

04:30 am. y Juan ya está en pie, se toma unos mates amargos, mira a sus niños, se despide de su vieja quien le repite que se cuide, que la mar está brava. La besa en la frente y se va. Llegando a la playa sube a la lancha y mientras se aleja observa las casas, el pueblo de Lebu, mira el faro, él siempre mira el faro, saber que lo esperan de vuelta le da ánimo y le reconforta el corazón. Juan tiene miedo, nunca lo dice, nunca lo demuestra, pero sabe que vive una aventura a muerte en el mar, el faro le recuerda que se empieza a distanciar en las mañanas y por las tardes le muestra que se acerca al hogar, cuando Juan lo divisa el corazón le late, un nudo invade su garganta, esboza una sonrisa leve, está cerca, llegó sin novedad. 
Daniela Paz

lunes, 29 de enero de 2018

041.- PETICIÓN SENTIMENTAL

En la casa de Rodrigo sólo había desorden. Su novia estaba furiosa con él después de haber visto las fotos del carrete de Benjamín. Ella sólo quería terminar con él.
Salió descontrolada de la casa buscando respuestas.
- ¡Doña María, ¿dónde está su hijo?!
- Cálmate un poco hijita…
- Nada de calmarse, ¿dónde está su hijo?
- Me dijo que iba al muelle.
Decidida a terminar con su cometido fue corriendo hasta el muelle.
- ¡Idiota!, ¿tú crees que soy una cualquiera?
- ¿De qué estás hablando?
- De las fotos que vi del carrete del Benja… (El llanto se le hizo insostenible)
-Pero querida…
-Nada de peros quiero terminar contigo ahora. Quiero devuelta todas las cosas que he gastado en ti.
En este punto la sensación de quietud en Rodrigo desapareció. El respondió:

-Entonces devuélveme todo el cariño que te he dado, ¡ahora!
Octavio Lorens

040.- TOMA UN POCO

La guardia del cementerio estaba tranquila. La luz de Lebu me alumbraba un poco. De repente un ruido, algo cayendo al suelo. Saqué mi linterna. Otro ruido y parece que la luz se me esconde tras una sombra. Avanzo otra tanto. De repente escucho un grito ahogado en sangre. La piel se me enfría, pensé: “me vendría bien un trago de aguardiente”.
En la garganta se me hace un nudo y me pierdo entre las tumbas que parecieran estar intentando llevarme a la tierra. Algo me toca la espalda. Armo el puño de la mano derecha y al voltearme no había nadie. Inhalé profundo.
Ahí estaba parado en frente mío con un chaleco rasgado, con larvas saliendo desde su pecho y boca, ojos negros hundidos en su rostro y arañas trepándole en la cabeza.
¿Se te antoja un trago muchacho? Vamos sólo toma un poco.
Octavio Lorens

039.- LA PRESENCIA

Desde lo alto del faro veo en la lejanía un barco tapado por la niebla del mar. Saco mis binoculares para tener una vista más nítida. Nadie se asoma en cubierta. Le hago señales al barco, pero nadie contesta. “Desearía estar en mi Lebu, en mi casa, con mi esposa”, pensé. De repente algo sacude al faro, mis manos tiemblan un poco. Bajo a la base para ver si todo está bien. Algo me golpea en la nuca y caigo por las escaleras.

Desperté en la cubierta de un barco extraño. Ojos rojos y sanguinolentos me miran fijamente, a lo lejos veo a Lebu en todo su esplendor. No volveré a ver a mi esposa. La tripulación no me deja huir, me aleja poco a poco y me pierdo en las entrañas del mar. El alma se me escapa y parece que la muerte está cercana a mí.
Octavio Lorens

domingo, 28 de enero de 2018

038.- ENCUENTRO

Se dispone a observar la cripta, en el reflejo de sus lentes hay una chispa, es una colilla de cigarro...la vida se reduce cada día para mí al igual que ella ¿es mi culpa aspirar a más?, querer más, ganar es mi fin, no me importa involucrarme con el destino y corromperme en el medio, mi espíritu encuentra dicha en estas tumbas, los límites son placer y me hundo en estos escombros, que dicha aquella la de los sobrevivientes, el joven observa a lo lejos algo, un payaso… que ridículo, ¿qué debería hacer gente como está en un cementerio municipal?, se le acerca pero el payaso no se inmuta, carraspea pero no hay respuesta mientras comienza a enfurecerse y le toca la espalda, al instante se oye a lo lejos un disparo, a su espalda le recorre un frío escozor, se da vuelta y se encuentra un espejo, se mira a su mismo.
L. Birmania

037.- MUELLE

“Aurelia,” una voz llama tu nombre. “Aurelia,” un susurro en la playa. “Aurelia,” miras al horizonte. Sientes tus manos sudadas agarrar el borde de tu vestido. Es de gasa, mezclándose con la neblina de la mañana. El mar te mira a los ojos. Una voz llama “Aurelia. Regresa”. Un nudo en tu garganta, sientes el sudor en tu espalda y la calma en tu pecho. Te preguntas si la voz proviene del mar, o si proviene de tus memorias. Pero realmente no hay diferencia. 
 “Quiero ir a casa,” las palabras escapan de tu boca. Tus pies se mueven sin tu control. Das un paso al frente y sostienes el aliento.
Tu piel contra el agua de mar, fría y escaldante. Precioso sentimiento tan nostálgico y como lo es extraño.
Dejas de respirar. Dejas de sentir. Y con la corriente marina, tu cuerpo se vuelve espuma. Espuma de mar, que flota a la deriva.
Aurelia Aurita 

036.- TU, YO y EL MOMENTO

Ahí estaba yo, sentado en una piedra mientras escuchaba las olas romper con la arena, otras chocando con los grandes barrotes de madera que sostienen el muelle.
Pensaba… ¿en qué pensaba? No recuerdo, solo me percataba del extraordinario sonido de la naturaleza en la playa, presencié a unas personas en lo alto del muelle gritando, jugando y divirtiéndose.
La juventud es increíble, imaginar ser joven por siempre y vivir todo el tiempo al máximo y sin limites. Pero ya no… ahora solo me queda el recuerdo de aquellos bellos momentos, aquellos sentimientos que te hacían sentir vivo y poder hacer lo imposible.
Ahora estoy aquí, pero tú ya no estás. Aquí me quedaré hasta poder volver a estar contigo. No te preocupes, yo llegaré, solo se paciente hasta que mi turno llegue.
Los jóvenes son tan fantásticos y tan ignorantes… por eso ser joven es una virtud y no debería de ser un sufrimiento. 
Wazon

viernes, 26 de enero de 2018

035.- AMIGOS

¿Trajiste la pelota? ¿Por qué no viniste ayer? Ya pues Pablo, respóndeme ¿Acaso estás enojado? El niño se sentó a mirar a su amigo que le ignoraba por completo, se entretenía deshojando unas flores secas que estaban regadas en la orilla, no entendía su indiferencia, y él con tantas ganas que lo esperaba a diario. Pablo se sentó al lado del niño, tenía veinte años, puso en el florero viejo las flores. Los recuerdos volvían a su memoria, esa tarde, él le advirtió que no cruzara a calle a buscar la pelota, más su amigo no alcanzó a escuchar. Iba a verlo casi todos los días, angustiado contemplaba la lápida con el nombre de su mejor amigo y una foto de los dos en el último partido del barrio. Lloró mientras se alejaba en los pasillos del cementerio, el niño aún lo espera, quizás mañana Pablo si se anima y juegan.  
Daniela Paz

034.- EL LOCO GERÓNIMO

Todos los días a las seis de la tarde el loco Gerónimo llega a la caverna Benavides, a veces en sus manos trae un par de flores que roba de alguna casa, otras se viste de gala y espera sentado mirando de frente al mar. La gente del pueblo lo conoce, sabe su rutina. Si por ahí un afuerino se intriga con la historia del loco Gerónimo se da por informado que su cita es con un amor del pasado, un amor que el mar en esa caverna donde solían citarse se llevó, el mar bravo que le arrebató el corazón y la sensatez. Lo que la gente no sabe es que el loco Gerónimo puede sentir a su amada, el rugido del mar son las palabras de amor, las olas que lo mojan los abrazos pendientes, y la brisa que lo roza los besos que no pudieron darse. 
Daniela Paz

033.- HASTA QUE LA MAR LOS SEPARE

—Si pues comadre si la vecina cuenta que el fina’o andaba raro después de que llegó del cementerio tarde, le dijo que cuando estaba dejando las flores donde su mamacita tuvo una visión y que desde ahora y para siempre estaban divorciados y que hasta ¡aquí no más llegaba la cosa! La vecina no sabía qué hacer, así que lo fue a buscar y lo encontró así como Dios lo trajo al mundo en la cueva del Benavente. El vecino le dijo que ahora ya podía partir pal otro lao porque había hecho el amor con una divinidá de la mar. La vecina le dijo que no le iba a aguantar esas cochinas y que ¡no sea huevón que se entrara no más que ya iba a ver cuando llegara! El vecino nunca llegó, dicen que lo encontraron acostado en la arena con pura cara de placer —que en paz descanse el sinvergüenza.  

                                                                                                        Catalina A.

jueves, 25 de enero de 2018

032.- EL FARO DE LEBU, ÚNICO TESTIGO

En la profundidad de la tierra su amado Pancho desapareció. Recordó un poema cuando él la pretendía.
 “Cada día o cada noche golpeo la roca
lo valioso de ella bajo sus capas encuentro
búscame bajo mi manto estoy ahí  muy dentro
¿ podrás tú  limar mis asperezas con tu boca ?

Aun ferviente me pidas que no vaya a la roca
nadie soy sino hago lo que me asusta en mi centro
si me esperas en el hogar nuestro rápido entro
a tomar tu sopa que siempre me sabe a poca

Como yo a la roca acéptame con mi rareza
allá abajo pienso siempre en ti aun que no me ves
dulce mía deja a mi corazón pretender

Amor de alguna forma existiré ten la certeza
con mi cuerpo o en espíritu donde tú estés
acompañando tu senda  y también tu querer


El  haz del faro de Lebu  brilló en  las lágrimas que le  caían.

Serrana Donoso

martes, 23 de enero de 2018

031.- CUANDO SOPLA EL VIENTO

El montonero, el hijo del carcelero, el pirata. El fantasma de Benavides se apeó del bote y avanzó. Un torso calcinado sobre un par de mutiladas piernas. El brazo, desmembrado y unido sólo por la maldición, alzó una lanza sobre la cual su cabeza cercenada vociferaba.
—¡Guardián! ¡heme aquí, el pescuezo cortado, envarado, vanos son los esfuerzos del enemigo cuando a sus designios se opone el Diablo! ¡Salid, defended tus doncellas por última vez!
El bramido atravesó la caverna, el lomo de piedra se irguió desplazando el agua, atizonados ojos brillaron rabiosos mientras los cuernos se sacudían las negras algas. El toro de Lebu levantó la cabeza y resopló mezclando su respiración con el viento.
Benavides gritó, El toro cargó. Metal contra Piedra tronaron. En Lebu, sus habitantes rezaron a la virgen, aquella que sólo las damiselas habían podido alzar.

—Es el viento —se mintieron, mientras la tierra se enfrentaba nuevamente contra el Mar.
S.M.P.

030.- COMO NACEN LAS LEYENDAS

Tres caras de niños, una en cada ventana, lo vieron descender por última vez por calle Ríoseco. Un borracho, el último quizás en salir de la botillería, maldijo su impertinencia. ¡¿Eran aquellas horas para una carrera en bicicleta?! Para cuando escuchó su grito, otra calle se interponía ya entre ellos.
No importaba, era sólo algo más que la velocidad dejaba atrás. Pasó fuera del colegio en un suspiro e imaginó las burlas que no le molestarían más. Cruzó O`Higgins, la feria y el mercado, dejando atrás el cansancio y el sudor. Esquivando los autos con pericia pensó como, con cada pedaleo, el dolor quedaba también un poco más atrás.
Cruzó Avenida Blanco como un rayo, sin dejar de pedalear. La improvisada rampa gruñó, pero resistió lo suficiente como para que el vehículo volará sobre las arenas que bordeaban al río.

Carlos sonrió. El río el último que lo abrazó. 
S.M.P.

029.- SOLEDAD

Al principio sólo podía sentir el olor a sal, la humedad, el frío y la soledad.
—Sólo una vez más —suspiró una voz femenina en el vacío—, permíteme una más.
Seguí la voz cual faro, hasta que se disipó la nada y una cabaña se materializó frente a mí.
—Sólo una...
Vi una chaqueta y un pantalón sobre un mantel blanco, cuatro velas blancas alrededor. Un velorio sin cuerpo que enterrar.
—...aunque sea sólo en sueños… —murmuró ella, llorando junto al pantalón.
Se levantó y la seguí cuesta arriba por el camino. Al llegar, sus manos acomodaron la cruz blanca para que mirara al mar.
—...Verlo una vez más...
Me senté junto a mi tumba vacía, aún sentía la sal, el frío y la humedad.
—...para poder decir adiós.

¿Y la soledad? Muchos como yo habitaban aquel lugar, así que ella se la llevó, fue lo único que le pude dejar.
S.M.P.

miércoles, 17 de enero de 2018

028.- LA MIRADA MISTERIOSA

Estaba  en  casa  de  mi  prima  en  Lebu, cerca  del  cementerio,  me  senté  en  la  orilla  de  la  cama  y  miré  por  la  ventana,  algo  raro  estaba  observándome.  Me   dieron  ganas  de  investigar  qué  era  ese  extraño  ser, el cual se escabulló  entre  unas ramas  de  allí.
Salí  a  explorar, para  así  buscar  esa  “cosa”  que  estuvo ahí,  caminé por  un  sendero  que  me  llevaba  a  la  Playa y  al  llegar  habían  tres  doncellas  que  estaban  hablando  entre  sí.
Al  darse  cuenta  de  mi  presencia, escaparon  en  diferentes  direcciones. Ahí  me acordé  de  una leyenda  que escuché. Luego,  vuelvo  a  sentir a alguien mirándome.  Sabía  que  era  lo  que  vi  donde  mi  prima.
Y era lo que pensaba. Estaba otra vez ese ser extraño a solo pasos  de mí, cuando estaba a punto de tocarlo, desperté.

Estaba durmiendo, al  lado  de  la Caverna de Benavides…  Pero aún así sentía una sensación  rara…

Millaray Curifuta

viernes, 12 de enero de 2018

027.- HUÉSPED DE DOS VIEJOS AMIGOS

Un par de años pasaron desde que me encontré con guitarreando en el nacimiento de una madrugada un poco fresca hablando con un Sol solitario que me contaba los grandes enigmas de las nubes y los secretos del mar pícaro que constantemente besaba la costa de la querida Lebú. Pero Celoso estaba, esta esfera que hacía crecer sus rayos hacia el mediodía, por un nuevo festival que le robaba espectadores fieles. Sin contarle que había asistido a ese festival pensé en una idea para que sean todo lo contrario a enemigos. Sabía que el festival era por demás Alegre porque lo había conocido hace poco tiempo así que los presenté y poco a poco se fueron conociendo.
  Se hicieron tan unidos los cabros que ahora en esos años me alojaron como ninguno lo había hecho.

     TOMACHO8

domingo, 7 de enero de 2018

026.- MADRE

Te veo al otro lado del espejo, sobre el muelle, despojándote de tus ropas, desnudándote delante de mí como un rollo sagrado que contiene toda clase de secretos. Danzas desnuda, con gracia divina, jubilosa de estar en el aquí y en el ahora. En tu mano derecha sostienes una copa de oro, llena del conocimiento de las antiguas civilizaciones, el cual se mueve al compás de tus pasos veloces, meciéndose de un lado a otro, como olas enormes de color sangre. Bailas allí. Bailas aquí junto a mí. Bailas sobre Lebu, sobre la tierra herida que suplica por el bálsamo que emana de tus entrañas. Continúa moviéndote, amada mía. Danza hasta que tus muslos tiemblen de cansancio y tus pies inmaculados sangren. Baila sobre el mundo entero, y consume aquel lamento prolongado que se ha hecho tan poderoso. Córtale la cabeza, y patéalo lejos, muy lejos.
Beyond the Matrix

martes, 2 de enero de 2018

025.- RECUERDO

Recuerdo  el  primer  día  de  clases  en  Lebú,  cuando  estaba  cursando  mi  primer  año  básico  en  el colegio  que  estaba  cerca  del  cementerio.  Estaba  ilusionada  por  entrar  al  salón  de  clases... el  hecho  de  tener  amigos,  aprender  y  por  sobre  todas  las  cosas, que  mi  madre  se sintiera  orgullosa  de  mí.
Todo  era  perfecto  en  este  colegio,  tal  como  el  estar  viviendo  en  Lebú,  ya  que conocí  a  personas  maravillosas  que  fueron  parte  de  mi  vida  hasta  tercero  básico. Desde  que  viví  un  suceso  paranormal  por  ir  a  recorrer  el  cementerio  todo  cambió  para  mí,  alejándome  del  lugar  en  que  estaba  creciendo,  de  las  personas  que  amaba.
Loreto Karla

024.- LA BELLA, LA BESTIA y EL HADA

Fascinada por la leyenda del Toro de Lebu, una chica muy hermosa se desplaza a la Playa de Las Doncellas donde está escondido hace milenios. Un hada surge de la nada y le dice:
-Las ropas quita y una camisa blanca lleva, luego hasta que el agua esté clara espera. 
Estupefacta, la bella le pregunta:
-¿Por qué todo eso hacer debo? 
El hada le susurra al oído:
-Es un reto que seguir debes, si ver el toro quieres. 
Entusiasta, temblorosa y ambiciosa a la vez, Linda ha hecho como el hada le ha dicho. 
Cuando las aguas se han apaciguado, meterse en ellas a la bella el hada ha recomendado. Excitada, entonces, por la gran pureza de la doncella, la bestia de tan negrura, del mar brota como una ballena y le exclama con ternura:

-¡Oh, chiquilla! Este momento esperaba, siglos hacía, para volver a proteger Lebu y a cualquier doncella. 
MH Oceanito