34.- "Un Nuevo Hogar" por Julia
Después de tan largo viaje, Elisa,
en medio de la noche, estacionó su auto junto al camino y de ahí bajó a la
Playa de las Doncellas en Lebu. Respiró
hondo, ya que todo lo malo de su antigua vida había quedado atrás, en Santiago.
Luego, fue dejando caer su ropa
sobre la arena, hasta quedar así desnuda. Pero cuando su pie tocó el mar, un
bramido hondo resonó envolviéndolo todo.
Sus ojos recorrieron las olas que se encabritaron de repente y el
bramido retumbó en la noche otra vez.
Y un hombre que miraba escondido
entre las rocas corrió aterrorizado hasta desaparecer.
El bramido, ahora jubiloso, rugió
por última vez, hasta que el silencio volvió nuevamente.
Poco a poco, Elisa se calmó y una
seguridad de sentirse absolutamente protegida como una niña, la acogió en
aquella playa, en Lebu, ahora, su nuevo hogar.
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