martes, 14 de agosto de 2012

El Espejo Humeante


10.- "El Espejo Humeante" por Altair
Se acercó rápidamente a la puerta apenas divisó la luz moribunda al otro lado de la habitación. Buscó desesperadamente las llaves y pensó que acabaría todo, que el abismo lo alcanzaría una vez que el ascensor abriera sus enormes puertas frente a la habitación. La luz brillaba por debajo. Cuando encontró la llave correcta sus manos temblaban, desbloqueó el cerrojo de arriba y escuchó el ascensor arrimarse en la profundidad del piso, era el fin. Pero de un momento a otro consiguió abrir la puerta. Una luz prendida, la alfombra verde labrada que salía a sus primeros pasos, la luz que no se prendía con el interruptor del medio, el salón principal y el sofá frente al televisor; el humo del espejo roto en medio de la habitación; su silueta en el infinito esperando con ojos de animal la noche interrumpida de Lebu, era él, él esperando la muerte. 

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