"Pescado frito" por Aparicio Mayo
Fue un deleite sublime comer pescado frito en Lebu y admirar por la ventana sus calles nutridas de cemento y sal, adornadas por frondosos árboles que se mecen saludando con gallardía al compás de sus vientos. Aún tengo en la punta de la nariz su aroma … ese exquisito aroma.
Recordar su sabor es atormentador. He recorrido puertos y zonas costeras de esta dispareja geografía, pero la magia de Lebu es imborrable y el delicioso aroma de los frutos del mar me devuelve de sopetón a aquel humilde restaurante, a orillas del mar de los vientos. Ahí donde el agua y la tierra se combinan para dibujar un trozo de paraíso imposible de emular.
Hoy he vuelto a Lebu y aquel modesto restaurante ya no existe. No tendré el sabor de aquel pescado frito, pero los aromas marinos siguen sensibles y cautivadores. Me conformaré con eso para apaciguar el llanto del paladar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario