026. "La ciudad de mi vida" por Ransel Lost
Hacía cuarenta años que no hollaba
el suelo del lugar donde había nacido, y la emoción hacía presa en su garganta.
Fue a admirar la desembocadura del río que había marcado sus recuerdos de
infancia. Después, pisó la ciudad de sus sueños, idealizada en su corazón.
Estaba cambiada, después de tanto tiempo, pero su esencia seguía siendo la
misma, hospitalaria, histórica, preciosa. Paseó despacio por la Plaza de Armas,
pero lo que acabó de quebrarlo fue entrar en el Museo Minero. Recordaba a su
padre, hombre limpio que, por más que se
lavara, siempre mostraba en su piel el color del carbón. El duro trabajo de
minero había permitido que se marchara a estudiar su carrera, para no volver
hasta ahora. Antes de regresar no tenía claro lo que iba a hacer pero, al verse
allí, se sorprendió a sí mismo, diciendo en voz alta: “He vuelto, Lebu mía… y
es para quedarme”
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