Me dice Juvenal que
para hacer un poema para Lebu, no basta escribir sin conocer primero. Una
ciudad no es sólo una ciudad si tiene calles o casas, una ciudad tiene
personas. Me dice Juvenal que para escribir sobre Lebu, tengo también que
hablar con esas personas y ser una de ellas. El carácter de una ciudad está en
quien la habita, y para hacer un poema que la retrate, tengo que saber lo que
más existe. ¿Qué particularidad tendrá Lebu aparte de su caverna o de su piedra
que brame como un toro? ¿Qué sentimiento tienen las casas? Sobre Lebu no hay un
rumor que la defina ni un silencio que la apague, es vida y fuego que brilla
esa simple ciudad.
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