En Lebu hay dos titanes, yo sé que los conocen pero
quizá no los han visto como yo, una vista aguda y prodigiosa encuentra en el
centro de la ciudad, en una plaza que suda historia la esencia mística,
sibilina, del Rayo y de Marte, dos titanes cuyas almas salen en las noches de
tormenta a darlo todo, dos almas que en duelo se baten entre truenos y
estruendos, entre flamas y escarcha, entre las nubes y bajo ellas, sobre la
arena y entre las casas, bajo la mina y sobre la cruz siempre con enorme
dignidad, con portentosa actitud, a veces pienso que estos juegos titánicos han
imbuido en la gente de Lebu algo de titán, quien sabe, quizá sea así.
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