"La furia española" por Anónimo
Martín de Espinosa quiere morir: el dolor le resulta insoportable. Cuando diez años atrás embarcó en Sevilla, no imaginó que todo pudiera acabar así. Ha matado salvajes en las selvas del Alto Perú y logrado alguna cicatriz, pero ni una onza de oro. Martín sólo ha sido feliz con Illari, la esclava india que cada noche, invariablemente, trataba de morderle. La vendió a un regidor extremeño cuando abandonó Lima; ahora lamenta no haberla matado. Chile fue su última esperanza, pero los araucanos no han resultado ser tan sumisos como otros indios: ni piden ni dan cuartel. Martín ha sido apresado en un sitio que sus captores llaman Leufu o Lebu. Sus compañeros fueron afortunados: los araucanos los degollaron rápidamente. Por alguna razón, han decidido deleitarse torturando a Martín: le están matando como él, en su infancia, mataba a los cachorros de perro y gato. Quizá se lo coman también. Ojalá revienten.
Excelente reescritura de la historia de la conquista. Estilo impecable, que me recuerda a la narrativa de Carlos Fuentes. ¡Felicitaciones!
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