Colibrí
Hace miles de años en la
ciudad de Lebu existió un hombre rico pero infeliz. Si su único hijo no tenía
descendientes tendría que donar su fortuna a un orfanato. Pero quién iba a
querer a aquel chiquillo enclenque y esmirriado, de ojos hundidos, que lloraba
por cualquier tontería.
Cuando llegó a la mayoría de edad, los padres preocupados
por no perder la fortuna. Invitaron a las casamenteras a una fiesta, sin contar
con el chico, exigieron que eligiera.
¿Quién sería la
desdichada que tendría que cargar con aquel timorato?
-No me meteré en tu decisión- anunció el padre.
-¿No tendré dificultades con mi elección?
- No. Elige de una vez.
- Soy una marioneta – pensó el joven- enredaré los cordeles.
Dio varias vueltas por el salón,
deteniéndose frente a un chico sonrió feliz
-Padre – dijo retándolo con la mirada-. Esta es mi elección.
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