Epojé
Un grupo de amigos nos acercábamos a la ciudad de
Lebu, encontré una botella de vino tinto, de la cual me apoderé con sutileza.
Con inocencia, incité a una compañera para compartirla. El sabor era exquisito,
la ciudad cada vez más cerca, y ella, cada vez más bella. No escucho a nadie,
sólo sus ojos, su boca. Romance de una tarde de vino, reímos y gritamos. Al
final nos detuvimos en la playa. Nos separamos del grupo, ellos siguieron su
camino. Nosotros… teníamos la botella de vino. Hubo un momento de silencio, se
pudo apreciar la tarde; fue cuando
divisé la piedra. Me acerque a la piedra; mientras, ella me observa. Tomé la
piedra, ella al verla se entristeció. Quebré la botella de vino. La observé
nuevamente, estaban nuestros nombres esculpidos, ella me mira inconsolable, no
hace más que llorar. Al finalizar la tarde, lancé con fuerza la piedra al mar.
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