Gavilán Triste
Reúno el dinero y me voy
a Lebu, hoy es el día que me opero este terigio. La operación resultó todo un
éxito. Ya se estaba agotando el día, miré el almanaque de junto a la ventana,
usando el ojo bueno alcancé a leer parte de un fragmento que decía: “Veo un
río veloz brillar como un cuchillo, partir mi Lebu en dos mitad…, no pude
terminar, la enfermera me dio la pasta y apagó la luz. Esa noche estaba
tranquilamente dormido cuando llegó un amigo para invitarme a su bonita fiesta.
La chica y yo bailábamos tranquilamente, cuando a otro se le dio por
arrebatármela. Nos fuimos a las trompadas hacia la conquista de la hermosa
chica. No bien me había cuadrado cuando siento el tremendo puñetazo en el ojo. Mi
grito atrajo a los médicos y enfermeras.
Desde esa vez me llaman
EL TUERTO LÓPEZ
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