004. "El ancla" por Rayén
Las
tempestades eran proverbiales en Lebu; puertas, ventanas, y murallas silbaban y
rechinaban días y noches enteras mientras la danza del viento, la lluvia y los relámpagos traían los acres
olores del carbón y del mar como una mezcla de perfumes diabólicos. Allí
comenzó la historia del ancla. Los seis hombres de la casa abrían la puerta del
sótano y sacaban la gigantesca ancla con
la que afirmaban la puerta de calle que se abría una y otra vez dejando una estela
de agua, viento y luz argentada en la entrada de la casa. Esa era la única
seguridad contra tan dantescos torbellinos. Cincuenta años después supe de
las tempestades y del ancla de mis angustiosas pesadillas,
fue encontrada en los cimientos del templo que ocupa hoy el lugar del otrora
hogar de mis ancestros. La vi, la toqué y recordé todo. Nunca mas me han
perseguido los malos sueños.
Muy entretenido. me encanto. Me metí en el lugar y sentí mi rostro azotado por el viento y el agua. Buenísimo
ResponderEliminarEs lo que buscaba hacer sentir
EliminarExcelente!!!!!
ResponderEliminarGRACIAS SEÑORA ANA LUISA
EliminarMuy buen texto, felicitaciones a su autora y a la organización por esta iniciativa.
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS, Y QUÉ BUENO QUE FELICITE A LOS ORGANIZADORES, TENGO ENTENDIDO QUE LO HACEN "A PURO PULSO"
EliminarMe trasportaste a Lebu, cincuenta años atrás.
ResponderEliminarGRACIAS LEONARDO, ES LO QUE BUSCO CUANDO ESCRIBO
Eliminarbellisimo! que lindo como se siente la tierra cercana del carbon !
ResponderEliminarES VERDAD, ES UNA EXPERIENCIA PARA LOS SENTIDOS
EliminarMuy bello el texto¡¡¡¡ excelente autora¡¡¡ y muy lindo Lebu¡¡¡
ResponderEliminarSÍ, LEBU ES MÁGICO
EliminarUn cuento con olor y sentimiento del sur. Bellisimo
ResponderEliminarGRACIAS DON HÉCTOR
EliminarUn cuento con olor y sentimiento del sur. Bellisimo
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS NUEVAMENTE
EliminarIvonne Maturana yo he leído harto. Lo mejor " el ancla"
ResponderEliminarGRACIAS SEÑORITA IVONNE
EliminarBello!! Me encantó! Excelente!!
ResponderEliminarGRACIAS SEÑORITA ALEJANDRA
EliminarHasta que conocemos las raíces de nuestras pesadillas no podemos liberarnos de ellas. ¡Felicitaciones por el relato! Ahora las anclas se han liberado y el navío sigue su curso.
ResponderEliminarASÍ ES... MI NAVÍO VA VIENTO EN POPA
EliminarLa paz relatando la tempestad
ResponderEliminarUSTED LO DICE MUY BIEN EN CINCO PALABRAS
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